Javier es, todo lo que se puede esperar de un artista. Observador,
analista, crítico, vital, inquieto, entusiasta y sobre todo,
creador. Pero para ser artista no basta con crear. El artista es, más
allá de su propia obra. El artista es antes incluso, que su
creación.Es algo que trasciende a la materia, que te identifica y
distingue del resto, un rasgo propio de la personalidad, que sólo
corresponde a unos pocos.
Javier, es uno de ellos. Uno de los elegidos. Una de esas personas
que de no ser artista, seguramente no hubiese sido nada más, por la
simple imposibilidad de ser otra cosa.
Javier vive y se nota. Siente, y se ve. Lo transmiten sus ojos, su
voz y esa forma de querer mostrarte todo lo que habita en ese
pequeño-gran universo que se erige imperioso, entre las cuatro
paredes que conforman su estudio. El lugar sagrado de todo artista
(también el mío), ese lugar donde las ideas cobran forma, donde
habitan nuestros fantasmas y también nuestras musas. Ese espacio
sacro que conservamos conscientemente, a salvo de la realidad, para
construir , desde su interior, la nuestra propia.
Javier busca fuera, para crear desde dentro, con una voluntad
expresiva innata y extraordinariamente sensible. Por eso su trabajo
es tan exquisito, porque lo mima, desde la pincelada más
expresionista y matérica, hasta el más mínimo e insignificante
detalles.
En esta nueva colección, las formas, aparecen como protagonistas de
un universo natural a ras de suelo. Imágenes potentes, en las que el
detalle alcanza un protagonismo clave. Encuadres cortos , muy
fotográficos, elevados a una categoría que sólo el artista
plástico puede conceder.
Sus obras, con una clara tendencia a la figuración, hechas de
pedacitos de realidad, a veces se desdibujan, para dar lugar a
universos pictóricos menos realistas y más abstractos. Este juego
estilístico, se alimenta además de diferentes técnicas. Acuarela,
óleo, tinta china, acrílico y grafito. Javier juega también con
los soportes y los formatos. Lienzos de grandes dimensiones,
acuarelas en papel, de menor tamaño. Tinta china y óleo sobre
madera. Objetos-soporte, como mesitas, que a veces, ensambladas,
toman una dimensión más escultórica; tablillas de bambú nacidas
con una funcionalidad distinta, que él elije, descontextualiza y
convierte en objeto artístico; ó lienzos curvos que cuelgan de
perchas de madera, alejándose así de la concepción más
conservadora de la pintura.
Javier es sin duda un artista contemporáneo, que sin desligarse de
su práctica más habitual, la pintura, explora otros territorios y
técnicas, para dar lugar a una obra extensa, personal y diferente.Un
creador multidisciplinar al que las musas, siempre le pillan
trabajando.
Leire Olkotz
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